El resultado de las elecciones europeas en Málaga, en
Andalucía y en toda España, suponen el comienzo del fin del bipartidismo en
toda España y el comienzo de un nuevo tiempo y escenario políticos. PP y PSOE, pierden 5,5 millones de votos en España, acumulan
en los últimos 5 años una caída del 31% de los votos, y juntos no llegan al 50%
de los votos. En los próximos meses y próximos comicios (municipales, generales
y autonómicos) podrá confirmarse si esta crisis del bipartidismo es coyuntural
o es el inicio de un nuevo tiempo político.
En Málaga ciudad, PP y
PSOE pasan de sumar el 87% de los votos en las europeas de 2009, a llegar
apenas al 50%. IZQUIERDA UNIDA, con un 12,41 % sigue el auge iniciado en las
europeas 2009, triplicando los votos de entonces, y mejorando los porcentajes
de las últimas municipales, generales y autonómicas. Con este porcentaje
estaríamos casi en 5 concejales en las próximas municipales, UPyD obtendría 4, Podemos
3, y el Partido Popular sólo 9 ó 10. Tras casi 20 años de gobierno popular se
evidencia un cambio de ciclo y un desgaste personal añadido del alcalde
Francisco de la Torre que obtiene peores resultados en Málaga que los que
obtiene el PP en otras capitales. Las últimas campañas locales y el trabajo de
oposición le están haciendo mella, y nos sitúan ante la posibilidad de
presentar una alternativa de gobierno en las próximas municipales, si somos
capaces de aglutinar al conjunto de colectivos y gente críticas con el sistema.
La irrupción de Podemos en el escenario político nacional,
autonómico y local, debemos de valorarla muy positivamente y con esperanza.
Porque esta irrupción se produce no a costa, sino además, de nuestro avance
electoral. Porque compartimos en lo sustancial, los mismos análisis y
propuestas. Porque formaremos parte del mismo grupo en el Parlamento Europeo, y
apoyaremos a Alexis Tsipras, líder de la Syriza griega, como candidato a
Presidente de la Comisión. Y, sobre todo, porque juntos, y con la suma de otras
fuerzas políticas críticas con las políticas neoliberales, podemos sumar para
construir la Alternativa Democrática Social y Anticapitalista a este sistema
cada vez más antidemocrático e injusto: La irrupción de Podemos no es un
problema sino una oportunidad.
Sin embargo, la irrupción en el escenario
político de una nueva fuerza de izquierdas, y con un discurso muy similar al
nuestro, ha sumido a parte de nuestra militancia y dirigencia en cierta
consternación. A este respecto quisiera realizar varias reflexiones:
1ª.- La primera es que esta “consternación” no es
compartida por la inmensa mayoría de nuestro electorado, que percibe el
resultado electoral como un éxito rotundo de Izquierda Unida, y no ve
problemático ni negativo el surgimiento de Podemos. Debemos analizar la realidad desprendiéndonos de visiones interiorizadas o mediatizadas por el sesgo partidista.
2ª.- La inmensa mayoría del electorado de IU
simpatiza con Podemos, y gran parte del electorado de esta nueva fuerza también
lo hace con IU. Y ambas fuerzas políticas defienden la necesidad de construir
una nueva mayoría social que haga posible la Alternativa Democrática, Social y
Anticapitalista a las políticas neoliberales.
3ª.- En el momento histórico en que vivimos
actualmente, se vienen acentuando sin remisión dos inercias imparables:
-
Por un lado, la confluencia de los dos principales
instrumentos políticos del sistema (PP y PSOE) hacia la “Gran Coalición”. Esta
opción, vigente hoy en el gobierno de Alemania, que se aventura para las
instituciones europeas, y que defiende Felipe González entre otros, es la que los
grandes poderes económicos de la Banca y el IBEX35 quieren imponer también en
España.
-
Por otro lado, como consecuencia de las
políticas neoliberales de los gobiernos del PSOE y del PP en los últimos años,
y que tanto sufrimiento está ocasionando a la gente, se hace imprescindible la
construcción de una nueva Mayoría Social que haga posible la Alternativa
Democrática, Social, Anticapitalista y Feminista a este sistema cada vez más injusto y menos
democrático.
4ª.- La construcción de esa nueva Mayoría Social en
España no es posible sin contar con Izquierda Unida, pero tampoco será posible
sin la convergencia con el conjunto de fuerzas políticas y sociales, y gentes,
críticas con este sistema y con las políticas neoliberales que perjudican a la
mayoría de la población. En este sentido la pluralidad, que necesariamente implica diferencias, no puede verse
como un problema sino como una riqueza, es más, como una necesidad. No es coherente "llenarnos la boca" elogiando la experiencia de Syriza, y practicar lo contrario por miedo, estrechez de miras o simple sectarismo.
5ª.- Nuestras diferencias con Podemos, nuestra
crítica al personalismo y egolatría de su campaña, a la influencia de los
grandes medios en su éxito, a la inanidad de su programa, y otras críticas posibles,
aun pudiendo ser discutibles o incluso ciertas en parte, no deben sobreponerse a lo principal. Y lo principal es la exigencia histórica de unidad para conseguir la
nueva mayoría social capaz de iniciar el proceso constituyente hacia la
Alternativa al sistema.
Convocatoria por Andalucía y después la fundación
de Izquierda Unida, sirvieron para construir un nuevo sujeto político, un
movimiento político y social, que durante casi treinta años ha servido para
articular la respuesta de izquierda a las políticas neoliberales, para
gestionar con otra forma de hacer política en numerosos ayuntamientos, y para
formular una alternativa de gobierno, de sociedad y de Estado. Todo ello, pese
a las reticencias internas que hubo que vencer entonces, y a las enormes
diferencias, mayores que ahora, con el resto de las fuerzas políticas
fundacionales. Si entonces hubiésemos tenido las reticencias a la convergencia que
hoy expresan algun@s compañer@s, Izquierda Unida nunca hubiese existido.
Durante estos casi treinta años, las mujeres y hombres
de Izquierda Unida somos quienes
advertimos lo que se estaba engendrando en Maastricht. Somos quienes nos opusimos al Tratado de Lisboa, que consagraba las
políticas neoliberales que estamos sufriendo. Somos quienes apoyamos todas las huelgas generales y movilizaciones
contra los recortes de derechos sociales. Somos
quienes formamos parte de las mareas contra el desmantelamiento de los
servicios públicos.
El reto
es seguir siendo quienes somos y, a la vez, sumar cada vez más organizaciones
políticas y sociales, más colectivos y más gentes contra las políticas
neoliberales, en esa nueva mayoría social.
Con este objetivo, es necesario poner en
marcha una AUTOCONVOCATORIA a personas, colectivos sociales y fuerzas políticas
que defienden una alternativa al sistema para constituir un nuevo sujeto
político. Para ello es necesario, como hace treinta años, buenas dosis de humildad,
generosidad y altura de miras histórica. El momento histórico, nuestro
electorado, y el electorado del resto de fuerzas críticas y alternativas que
abogan por la transformación social, es lo que esperan de nosotr@s.
Totalmente de acuerdo, compañero. Ya estaba cansado de escuchar que IU no había subido más por "culpa" de Podemos. Hay que retomar el espíritu del Frente Popular. Seguro que es más lo que nos une, que lo que nos separa.
ResponderEliminarSalud y República
Totalmente de acuerdo tambien. La clave la pones al final. O hay un esfuerzo y una generosidad, como dices, o me temo que la realidad apisonará a IU. La filosofía de convocatoria sigue vigente aunque quizas tengamos que busca otro nombre. Pero es convocatoria pura y dura. En su tiempo se fue generoso hasta con gente que eran impresentable como los carlistas o la Federación Progresistas, pero sirvió de trampolín. Y cuidado con las criticas a podemos de personalismo. Es posible envidia de no tener un referente tan fuerte como Pablo. Pero IU cuando tuvo a Julio lo vendimos hasta en la sopa. Recuerdo hasta algunos lemas de campaña como "En Junio Julio". Pero ya no lo recordamos, IU no ha vuelto a tener un personaje tan fuerte y vendible como Julio.
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