martes, 25 de abril de 2017

EL CENTRO INHABITABLE

Imagen tomada de http://torrevigiamalaga.blogspot.com.es/2014/06/recuperacion-del-centro-historico-de.html


Existe gran consenso entre los expertos en que los centros históricos basados exclusivamente en la sobre oferta hostelera y de apartamentos turísticos, están abocados al fracaso.

Como denunció el propio Observatorio Municipal de Medio Ambiente Urbano, la sobre ocupación por usos hosteleros, bancarios, de servicios y el aumento del precio de alquileres de viviendas y locales comerciales, son síntomas de una  especulación y especialización abusiva, que está expulsando a residentes y comercios tradicionales, y convirtiendo al Centro en un parque temático de la hostelería. En algo más veinte años, unos 20.000 residentes han sido expulsados.

Esta situación no es exclusiva de Málaga. En Barcelona, la enorme proliferación de alojamientos turísticos y bares en el centro y otros barrios, está provocando graves molestias y numerosas protestas vecinales.

En Málaga, la población residente ha empeorado drásticamente su calidad de vida por la pérdida de condiciones mínimas de habitabilidad, como comercios tradicionales de proximidad, accesos, aparcamientos, limpieza, y servicios y equipamientos, junto al aumento del ruido y de la ocupación de la vía pública.

Por si esto fuera poco, el lobby hostelero ya ha pedido que el centro histórico deje de considerarse zona residencial para convertirse en zona comercial. Es decir, que los residentes se marchen y desaparezcan las limitaciones de ruido y ocupación de vía pública, para campar, más aún, “a sus anchas”.

Mientras tanto, el gobierno municipal, en vez de actuar para corregir los actuales problemas, desarrolla una política errática y servil con el lobby hostelero, facilitando la ocupación ilimitada de usos turísticos y la “ley de la selva”.

Ante esta situación, es imprescindible y urgente limitar las licencias de establecimientos hosteleros, usos terciarios y alojamientos turísticos en las zonas más saturadas, para reequilibrar y prevenir molestias a residentes. También impulsar proyectos de rehabilitación, y de equipamientos públicos (guarderías, centros de mayores, parques infantiles, etc), para hacer un centro  más habitable y vivo.


Imagen tomada de Diario Sur

viernes, 21 de abril de 2017

¿Una generación perdida?

Imagen del video "La sorpresa, dedicado a los que están lejos" de www.youmaykiss.tv

Desde el año 2010 España ha reducido unos casi 3.000 millones de euros su inversión en I+D, y se ha producido un éxodo de más de 10.000 investigadores han tenido que abandonar el país, con nefastas consecuencias para la consolidación de sus carreras y proyectos de futuro.

El ingente esfuerzo público para formar a este capital humano se ha regalado a países vecinos que sí le garantizaba condiciones de trabajo dignas en sus programas de investigación.

Se ha perdido toda una generación con niveles de formación y experiencia profesional de gran prestigio internacional, y ello a pesar de la elevada eficiencia de nuestra producción científica y tecnológica, superior incluso a la de los países del G-8.

Los recortes han supuesto una grave descapitalización humana, logística y de infraestructuras en nuestro sistema de I+D. Se han cerrado laboratorios e infraestructuras científicas costosísimas que costará millones recuperar.

Estos miles de jóvenes investigadores no emigraron por su espíritu aventurero, como dijo un ministro del PP, sino porque en nuestro país estaban condenados al desempleo o a trabajar con un salario mísero y encadenando contratos temporales.

Es urgente revertir este panorama y el Ayuntamiento no puede permanecer de espaldas ante un problema que afecta a miles de jóvenes malagueños. De nada vale que al Alcalde se “le llene la boca” con el discurso de la “Smart City”, mientras se condena a los investigadores malagueños a servir hamburguesas por un sueldo miserable.

Por ello, en el último pleno, a propuesta de nuestro grupo municipal, se aprobó por unanimidad elaborar un censo de jóvenes investigadores malagueños emigrados, e instar a los grupos parlamentarios del Congreso a alcanzar un Pacto por la Ciencia que sitúe la investigación, el desarrollo y la innovación como prioridades políticas y sociales para un nuevo modelo económico del conocimiento, que asegure salarios y condiciones laborales dignas.


(*) Publicado en la columna "El ala izquierda de la Casona" del lunes 3 de abril de 2017

Imagen de primerasnoticias.com

sábado, 15 de abril de 2017

MÁLAGA, ¿LA MUY HOSPITALARIA?


* Imagen obtenida de periodismohumano.com

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, anunció hace días la intención del Gobierno de crear tres nuevos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs), uno de ellos en Málaga.

Durante muchos años, Izquierda Unida luchó, junto con colectivos que trabajan con personas migrantes y refugiadas, para cerrar unos centros donde, en contra de un principio elemental del Derecho, se privaba de la libertad a personas que no habían cometido ningún delito, que únicamente habían salido de su país huyendo de la muerte, del hambre y la miseria.

Durante más de dos décadas, las denuncias y quejas de muchas instituciones (desde los Defensores del Pueblo de Andalucía y de España, la Fiscalía, entidades sociales y hasta el propio Ayuntamiento de Málaga) fueron constantes debido a la falta de respeto a los derechos humanos, los abusos, y las deplorables condiciones del CIE de Capuchinos.

En junio de 2012 se procedió al cierre del CIE de Capuchinos, acabando con 22 años de historias de sufrimiento innecesario de las miles de personas que pasaron por estas instalaciones desde su apertura en 1990 (según datos del Ministerio del Interior, solamente entre 2004 y 2009  más de 17.000 personas).

En febrero de 2015, el Pleno municipal, a propuesta de IU, manifestó unánimemente su negativa a que se instalara en el municipio un nuevo centro para privar de libertad a personas migrantes simplemente por su situación administrativa.

La semana pasada, el Consejo Sectorial de Derechos Sociales, Voluntariado en Inmigración, a propuesta de Málaga para la Gente, acordó incluir en el Plan Transversal por la Convivencia el rechazo expreso a la construcción de un nuevo CIE en nuestra ciudad.


El cierre del CIE de Málaga, la “muy hospitalaria” como reza su escudo, fue un éxito celebrado por la sociedad e instituciones malagueñas. Pero no para cerrarlo y abrir otro nuevo.

** Publicado en la columna "El ala izquierda de la Casona" del diario Viva Málaga, el 10 de abril de 2017