Viñeta del humorista Sergi Mo
La semana pasada, coincidiendo con la durísima
ola de frío, el precio de la luz alcanzó máximos históricos en España. Ante esta situación, al ministro de Energía,
sólo se le ocurrió encomendarse “a la suerte” para que baje el precio de la
electricidad.
Según un estudio de la
Asociación de Ciencias Ambientales, el 11% de los hogares españoles, es decir,
más de cinco millones de personas, no pueden mantener su vivienda a una
temperatura adecuada en invierno. Este estudio también pone de manifiesto cómo la imposibilidad de habitar en
una vivienda a una temperatura adecuada perjudica
la salud y acorta la esperanza de vida. De esta forma, las situaciones de pobreza
energética podrían estar ocasionando casi un tercio de las muertes adicionales en
invierno, respecto a otras épocas del año, es decir, más de 7.000 fallecimientos.
Hasta 1997, el
Gobierno establecía el precio de la electricidad. Ese año el primer gobierno de
Aznar perpetró la “liberalización”
del sector eléctrico prometiendo que la “libre competencia” abarataría el
precio de la electricidad. Hoy resulta evidente que la consecuencia ha sido la
contraria: en veinte años el precio de la luz se ha multiplicado por cuatro. España es hoy el país de la Unión Europea con los precios de
la electricidad más caros, después de Malta y Chipre.
Pero no todo el mundo ha
resultado perjudicado por la “liberalización” del sector. Durante los años de
la crisis, sólo las tres grandes compañías eléctricas han obtenido más de 60.000
millones de euros de beneficios, casi tanto como la cifra del gasto público anual
en sanidad en España (68.000 millones). Por otro lado, la lista de ex
presidentes y ex ministros, tanto del PSOE como del PP, “fichados” por las
eléctricas, con sueldos astronómicos, no ha hecho más que crecer, entre ellos
Felipe González y el propio Aznar.
(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona", del diario VivaMálaga del lunes 23 de enero de 2016)