martes, 25 de diciembre de 2018

Unidad para el cambio en Málaga



Tras 24 años de gobierno del PP en Málaga, el modelo de ciudad De la Torre está agotado. En ese modelo de “ciudad-escaparate” sólo importa lo que se expone a los visitantes, mientras se abandona los barrios, donde la gente vive sufriendo suciedad, falta de viviendas, carencia de zonas verdes y equipamientos públicos, ruido, etc.

Hace falta un cambio en Málaga, y para ello es más necesaria que nunca una amplia unidad de todas las fuerzas de izquierdas, que movilice a todas las personas que quieren poner las políticas municipales al servicio de los barrios y la gente trabajadora.

Para ello, Izquierda Unida y Podemos convocamos el pasado 20 de octubre la asamblea ciudadana “La Málaga que queremos”, en la que participaron más de 120 personas de distintos colectivos y plataformas ciudadanas de la ciudad, y esta semana pasada mantuvimos contactos con distintas organizaciones de progreso (Málaga Ahora, Equo, Izquierda Andalucista, Alternativa Republicana y Primavera Andaluza) para construir una confluencia lo más amplia posible, que se sitúe como la principal alternativa a las derechas en las próximas municipales. Como resultado nos hemos emplazado a convocar, de forma unitaria, una asamblea ciudadana el próximo 19 de enero para debatir y decidir democráticamente el modelo de confluencia, si bien Málaga Ahora aún no ha confirmado su presencia.

Queremos una confluencia ciudadana, en la que participen también organizaciones políticas y sociales de la ciudad, con un sistema democrático interno en el que sean las asambleas ciudadanas las que decidan mediante votación individual.

Resulta imprescindible que todas las fuerzas políticas a la izquierda tengamos la altura de miras de poner el interés de la gente por encima de personalismos e intereses partidarios para conseguir una ciudad más justa y solidaria, más habitable y más democrática.

Nuestro electorado no entendería, ni perdonaría, otra cosa.

(*) Publicado en mi columna "El ala izquierda de la casona", del diario Viva Málga, el lunes 24 de diciembre de 2018.

sábado, 22 de diciembre de 2018

La Térmica: el mayor saqueo de la Historia de Málaga (1ª parte)



Imagen sacada de lamejorplaya.es

El 5 de agosto de 2008, al calor de la burbuja inmobiliaria y el pelotazo, el Ayuntamiento de Málaga y Nueva Marina Real Estate S.L., firmaron el convenio urbanístico de la Térmica.

Ocho meses antes, el 19 de diciembre de 2007, Endesa S.A, empresa originariamente pública y privatizada por Aznar y que ha contado en sus consejos de administración con exministros del PSOE y del PP, constituyó la inmobiliaria “Nueva Marina Real Estate”, suscribiendo y desembolsando la totalidad de su capital social, por lo que cabe considerarla como filial-testaferro de Endesa.

Ese mismo día, 19 de diciembre de 2007, y ante la misma notaría, representantes de Endesa Generación, Endesa Distribución Eléctrica y Nueva Marina Real State (todas ellas filiales de Endesa S.A) las dos primeras vendieron a la tercera cinco fincas registrales en los terrenos de la antigua central eléctrica “la Térmica” por un precio que “nunca superara los 200.000.000 €” satisfechos en varios plazos. Evidentemente, se trataba de un movimiento de propiedades entre sociedades pertenecientes a una misma matriz, Endesa S.A. De acuerdo con la escritura de compraventa, dicho importe se estableció sobre el supuesto “de que el nuevo PGOU de Málaga resultante del actual proceso de revisión, otorgara a las propiedades de Endesa, incluidas en el sector, al menos una edificabilidad neta de 59.443 metros de techo edificable…  y que dicha edificabilidad es susceptible de incremento conforme a un convenio urbanístico actualmente en negociación...” 

Es decir, la venta de los terrenos se produjo en plena negociación de Endesa y el Ayuntamiento para incrementar la edificabilidad del sector, lo cual se materializó apenas ocho meses después con la firma del mencionado convenio urbanístico de agosto de 2008, que recalificó los terrenos de suelo industrial a urbano no consolidado.

De acuerdo con un informe de 24 de septiembre de 2012 de la propia Gerencia Municipal de Urbanismo, el valor de los terrenos en el momento de su venta era de “un total de 37.661 m2t homogenizados, lo que supone una repercusión de 3.850 €/m2t vivienda libre terciario sin urbanizar, valor realmente abonado por Nueva Marina a Endesa”. Un precio absolutamente “sobre especulado” (de acuerdo con el referido informe), fuera de mercado, pactado entre empresas con idénticos propietarios.

Esta modificación supone pasar de 40.919 unidades de aprovechamiento (previo al convenio de 2018), a 73.833,51 unidades, es decir un incremento del aprovechamiento de prácticamente el 45%. Este fenomenal incremento de los aprovechamientos urbanísticos supuso evidentemente un incremento fabuloso en las expectativas de beneficio de la inmobiliaria testaferro de Endesa, no solo por la cuantificación estricta del incremento (un 45% más) sino que, además, con la nueva ordenación prevista en el convenio los terrenos, una vez urbanizados, experimentarían también una notable apreciación.

Pero no acababa ahí el beneficio de la inmobiliaria testaferro de Endesa, pues el convenio recogía una distribución de aprovechamientos urbanísticos entre el Ayuntamiento y los propietarios privados que suponía una renuncia inexplicable del Ayuntamiento de los aprovechamientos que le correspondían, tanto por las cesiones legalmente establecidas, como las derivadas de ser propietario de parte de los terrenos del sector.

Según el propio Estudio Económico y Financiero del PERI la Térmica, esta recalificación le generaría un beneficio neto por la venta de los aprovechamientos urbanísticos de 158.454.370 euros. A cambio, la inmobiliaria testaferro de Endesa se comprometía a una serie de cuestiones entre las que destaca el pago al Ayuntamiento de Málaga 58 millones de euros, se incorporan al Patrimonio Municipal de Suelo.

Sin embargo, tras el estallido de la burbuja,  la inmobiliaria testaferro de Endesa, lejos de cumplir lo pactado, solicitó la resolución del convenio, lo que fue desestimado por el Pleno municipal y se negó a pagar los 58 millones comprometidos… (continuará).

(*) Publicado en la Revista "El Observador", en mi columna "Contra viento y marea", el 20 de diciembre de 2018.

Imagen del Diario Sur

viernes, 21 de diciembre de 2018

Más participación = más democracia



Multitud de estudios y trabajos científicos sobre la calidad democrática en los sistemas representativos coinciden en que la participación de la ciudadanía en las principales decisiones de gobierno es el indicador más claro de calidad democrática.

Las consultas ciudadanas y los presupuestos participativos son herramientas que permiten sacar los asuntos de interés público del ámbito de decisión exclusiva del gobierno para devolverlos a la ciudadanía.

En democracias avanzadas como Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Suiza, Islandia o los países nórdicos, se celebran gran cantidad de referendos y consultas populares municipales.

En España, se han realizado 45 consultas populares decisorias sobre diversas cuestiones de interés local, entre otras en Valencia, Oviedo, Santa Cruz de Tenerife o Getafe. También se han realizado cientos de consultas ciudadanas consultivas, en Sevilla, Alcalá de Henares, Castellón, Las Palmas de Gran Canaria, Segovia, y otras, sobre asuntos de gran interés ciudadano.

En Málaga, nuestro grupo ha propuesto la realización de consultas ciudadanas sobre temas de gran importancia para la ciudad, como la construcción o no de un rascacielos en el puerto, o qué destino dar a los terrenos de Repsol: si un gran parque o grandes torres y centro comercial.

Lamentablemente, en Málaga el PP y el alcalde parecen alérgicos a escuchar la voz de la ciudadanía sobre asuntos de su interés y reducen la democracia a un cheque en blanco que el ciudadano extiende cada cuatro años.

Desde Málaga para la Gente queremos devolver a la ciudadanía la capacidad de decidir. Por eso impulsaremos la realización de consultas ciudadanas sobre asuntos de gran trascendencia para la ciudadanía, así como unos presupuestos municipales participativos para 2019, y en adelante, con mecanismos para que la ciudadanía decida, sobre una parte significativa de los presupuestos, qué inversiones considera prioritarias en su entorno.  

(*) Publicado en mi columna "El ala izquierda de la casona"  del diario Viva Málaga, el lunes 17 de diciembre de 2018.



jueves, 13 de diciembre de 2018

Guadalhorce, río de vida



El río Guadalhorce es el principal río de la ciudad y, junto al Guadiaro, el más largo y caudaloso de la provincia. Al final de su recorrido forma, junto al Guadalmedina, la llanura aluvial de la Hoya de Málaga.

Actualmente, la desembocadura del Guadalhorce alberga un humedal que sobrevive como último refugio para aves migratorias y que integra el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce.

Sin embargo, geógrafos, ingenieros, biólogos, expertos en ciencias ambientales y ecologistas alertan de la gran degradación paisajística del río y la llanura adyacente, y la ausencia de reforestación.

En 1990, hace ya casi 30 años, se aprobó un plan de defensa hidro forestal de la ciudad para crear un cinturón verde y hacer frente a las inundaciones, pero nunca llegó a ejecutarse siquiera parcialmente.

Desde IU-Málaga para la Gente proponemos que las administraciones competentes impulsen un plan de restauración paisajística de las riberas de los ríos Guadalhorce y Campanillas, incluyendo también la zona de Arraijanal, que contemple la limpieza del cauce, la reforestación del bosque de galería con especies autóctonas, la preservación de los acuíferos y la exclusión de urbanización de estas zonas inundables.

En la llanura del Guadalhorce, el plan incluiría, además de la repoblación forestal y restauración paisajística, la conservación e impulso de la agricultura tradicional y proyectos de agricultura biológica y huertos urbanos en las que son las mejores tierras de cultivo de Málaga.

En Campanillas, el plan debe incluir el tratamiento de los arroyos de Maqueda y Santa Rosalía, la repoblación urgente de los montes de la zona, un parque forestal en la sierra de Los Asperones y la reserva de 100 hectáreas en la zona del río Campanillas para parque metropolitano.

Las zonas recuperadas, y excluidas del proceso urbanizador, formarían parte del futuro cinturón verde forestal que Málaga tanto necesita para mejorar la calidad ambiental y prevenir los riesgos de inundaciones.


(*) Publicado en Viva Málaga, en mi columna "El ala izquierda de la casona", el lunes 10 de diciembre de 2018. 

lunes, 10 de diciembre de 2018

LA MUNDIAL, HISTORIA DE UNA OPERACIÓN ESPECULATIVA

Infografía realizada por el infógrafo pictórico Ortiz Morales, de la serie Málaga Onírica, 
publicada originalmente el 20/07/2011, en el blog "Málaga Duele"


En febrero de 2008, el Ayuntamiento de Málaga y la promotora Braser firmaron un convenio urbanístico cuya finalidad, se decía, era “encontrar una vía de regeneración de la zona” de Hoyo Esparteros, tras veinte años de abandono. Mediante dicho convenio, se posibilitaría la construcción de un edificio de diez plantas donde sólo se permitían cinco. A cambio del aumento de edificabilidad, la promotora debería pagar los aprovechamientos urbanísticos y avalar los costes de urbanización.

Desde el principio, los colectivos defensores del patrimonio e Izquierda Unida nos opusimos a este proyecto, pues suponía la desaparición del palacete de los condes de Benahavis, conocido como “La Mundial”, un edificio decimonónico de gran valor histórico y arquitectónico, proyectado en 1894 por Eduardo Strachan, el autor de la calle Larios, para la familia Loring-Heredia, y que fue sede del Gobierno Civil. También suponía la desaparición de la calle Plaza de Arriola o la singular plaza triangular de Hoyo de Esparteros, construida en 1728.

Inexplicablemente, la Junta de Andalucía desprotegió el edificio y esa parte significativa del trazado del conjunto protegido del centro histórico.

Sin embargo, tras más de diez años desde la firma del convenio de Hoyo Esparteros, la promotora no ha cumplido ni uno solo de los pagos a los que resultó obligada, y tras varios aplazamientos y requerimientos,  su deuda con el Ayuntamiento asciende ya a más de 8 millones de euros con los intereses y recargos. Por no pagar, no paga ni el IBI que le corresponde como propietaria de los inmuebles.

Evidentemente, no se ha cumplido el interés general que supuestamente perseguía el convenio, pues esta zona del centro histórico sigue sumida en el abandono y la degradación urbanística.

Nos encontramos, pues, ante una operación especulativa “de libro”:
1º.- Una promotora compra unos edificios de una zona degradada del centro con el supuesto objetivo de “regenerarla”.
2º.- Con la coartada de la construcción de un hotel diseñado por un arquitecto de renombre, la promotora plantea la construcción de un edificio de diez plantas, logrando del ayuntamiento el aumento de edificabilidad, y de la Junta la desprotección de un edificio monumental y un área del conjunto protegido del centro histórico.
3º.- No paga al banco el crédito que garantiza con sus propiedades en la zona, ni paga al Ayuntamiento las contraprestaciones pactadas en el convenio, y hasta deja de pagar el IBI.
4º.- Y como es incapaz de desarrollar el proyecto, busca un “inversor” a quien venderle sus derechos urbanísticos

Y, para colmo, tras más de diez años de incumplimiento por la promotora de todas sus obligaciones, el alcalde, a pesar de los acuerdos plenarios para que se resolviese el convenio, le rebaja sus obligaciones, le otorga varias prórrogas y aplazamientos y, por último, le otorga la licencia de construcción (y demolición) condicionando su expedición y eficacia al pago de la deuda, a partir de cuyo momento tendrían seis meses para iniciar las obras de construcción y de demolición, sin que existan indicios tampoco esta vez de que vaya a pagar.

La gran apuesta del Alcalde para el desarrollo urbanístico de Hoyo Esparteros ha fracasado estrepitosamente. Y no sólo por la insolvencia del promotor para desarrollar el proyecto al que se comprometió, sino porque era desde el principio una apuesta especulativa, depredadora del patrimonio histórico de la ciudad, y que se ha demostrado incapaz de regenerar la zona.

Aún estamos a tiempo de plantear un proyecto viable, respetuoso con nuestro patrimonio histórico y arquitectónico, que incluya la rehabilitación del edificio de “La Mundial” y la conservación del trazado urbano histórico, y que sea motor de la reactivación social y económica de un área importante de una zona muy degradada de nuestro centro histórico.  

(*) Publicado en la revista El Observador, en mi columna "Contra viento y marea", el 7 de diciembre de 2018.