domingo, 24 de febrero de 2013

La Alcazaba: mil años de historia...y un presente de abandono





La Alcazaba de Málaga, (en árabela ciudadela), es una fortificación  palaciega construida sobre la roca en época musulmana, hace más de mil años, sobre una anterior fortificación de origen fenicio-púnico, que destaca por la armoniosa conjunción de las necesidades defensivas y la serena belleza de sus estancias y jardines interiores. Desde su construcción fue una fortaleza urbana, sede político-administrativa del gobierno y aposento de los jerarcas y funcionarios de la medina. En la actualidad ocupa una superficie de 15.000 metros cuadrados, ni la mitad que en su época de esplendor. Para algunos especialistas, es el prototipo de la arquitectura militar del periodo taifa del siglo XI.

Según todos las encuestas, es considerado el principal monumento de nuestra ciudad por la mayoría de la ciudadanía malagueña, y por quienes nos visitan, A pesar de ello, y en la actualidad, tras más de ocho años desde su última restauración a cargo de la Junta de Andalucía, la Alcazaba presenta numerosas carencias: estado de conservación deficiente en muchos puntos (la Torre del Homenaje está en ruina), gran parte de su superficie está aún sin excavar, y carece de un Plan de Accesibilidad que permita un recorrido mínimo a las personas con movilidad reducida.

Sin embargo, y a pesar de contar con la declaración genérica de protección basada en el Decreto de 22 de abril de 1949, y en el marco la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español, no cuenta en la actualidad con la consideración como conjunto cultural, declaración amparada en la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía, que permitiría una mayor protección, mejor gestión, y mayores inversiones para su mejora.

En la actualidad, la gestión de este monumento emblemático de Málaga es municipal, llevándose desde un servicio del Área de Cultura, y ni siquiera tiene una partida propia en los Presupuestos Municipales de este año (frente a los dos millones de euros para el Museo Thyssen, o los tres que recibe el CAC, por poner solo un par de ejemplos). No existe así, ni un órgano específico encargado de su gestión, ni un Plan Director que establezca las medidas de protección, mejora y conservación de las edificaciones, los jardines, el entorno natural y medioambiental, restauración, excavaciones e investigaciones, y que desarrolle los proyectos de difusión de este legado a la ciudadanía de Málaga ya sus visitantes. Este hecho contrasta con la situación de la Casa Natal de Picasso, que tiene cuatro veces menos visitantes, 130.426, y dispone de una órgano de gestión y presupuesto propio.

Por señalar solo un detalle: en la actualidad los ingresos por las entradas a La Alcazaba no revierten en el mantenimiento y mejora del monumento, sino que van a la caja general del Ayuntamiento, algo que no ocurriría si se declarara conjunto cultural y contara con su órgano de gestión propio. Y ocurre que el Área de Cultura del ayuntamiento está otorgando pocos fondos para la rehabilitación y el mantenimiento del conjunto monumental.

La declaración como conjunto cultural, con un órgano de gestión específico y un Plan Director, permitiría acceder a más fondos públicos, y por tanto a más inversiones, lo que abriría mejores perspectivas para su rehabilitación, mantenimiento y conservación, y relanzaría la recuperación de zonas no excavadas o que en la actualidad están cerradas al público.


Desde Izquierda Unida hemos venido planteando iniciativas con relación al conjunto monumental formado por la Alcazaba y el castillo de Gibralfaro, solicitando que se inste su declaración como conjunto cultural, se dote de un órgano de gestión específico, con la participación de la Junta y la Universidad, y que se redacte un Plan Director (mociones presentadas en los plenos municipales de fecha 30 de octubre, 27 de noviembre de 2008, 29 de octubre de 2009, y 28 de abril de 2011, y 25 de enero de 2013). Nuestras propuestas han tenido, además, numerosas adhesiones de colectivos sociales, como la asociación cultural Zegrí, y el respaldo de expertos, como los profesores de Historia de la Universidad de Málaga Ángel Galán o Manuel Acién, entre otros.

El 26 de abril de 2011, el Parlamento andaluz aprobó una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el grupo de Izquierda Unida, por la que se acordaba la declaración de la Alcazaba - Gibralfaro como conjunto monumental, supeditada a que el Ayuntamiento de Málaga así lo solicitase y se responsabilizase de la redacción y ejecución del Plan Director del monumento. De acuerdo con nuestra propuesta, el órgano director contaría con la participación de todas las administraciones, incluida la Universidad y la Junta de Andalucía, lo que supondría también contar con más apoyo económico, y el Ayuntamiento seguiría siendo el titular del monumento.

La negativa del equipo de gobierno municipal a que se declare conjunto cultural, y dotarlo de un Plan Director y órgano de gestión específico, junto al estado de abandono y carencia de inversiones en que lo mantiene, evidencia el nulo interés del PP de Málaga en este monumento milenario de la ciudad de Málaga.

El anuncio del Concejal-Delegado de Cultura de duplicar el precio de la entrada hasta los 4 ó 5 euros, da una idea de lo que les importa que el monumento sea conocido y visitado por la ciudadanía malagueña.

martes, 19 de febrero de 2013

El gatopardo y el Plan Municipal de Movilidad Sostenible


“La gran apuesta de la ciudad de Málaga como metrópoli del siglo XXI en el ámbito de la movilidad es el Plan Municipal de Movilidad Sostenible (P.M.S.S.) …”, “…un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo la implantación de formas de desplazamiento más sostenibles (caminar, bicicleta y transporte público) dentro de una ciudad; es decir, de modos de transporte que hagan compatible crecimiento económico, cohesión social y defensa del medio ambiente, garantizando, de esta forma, una mejor calidad de vida para los ciudadanos)”.

Así comienza la presentación del Plan Municipal de Movilidad Sostenible . Sin embargo, tras cuatro años del comienzo de su redacción, y dos años desde la aprobación de su Avance y de su anuncio a bombo y platillo por el Alcalde, sigue  acumulando polvo en un cajón.

El Plan de Movilidad Sostenible fue durante años una reclamación de diversos colectivos sociales y también de Izquierda Unida. Así, en septiembre de 2007, el grupo de IU propuso que se iniciaran los trámites para la redacción y aprobación de un plan de movilidad sostenible en la ciudad de Málaga, que permitiera mejorar la movilidad de la ciudadanía de una forma más eficiente y más respetuosa con nuestro medio ambiente urbano, y que sirviera como un punto de partida para modificar conductas, con medidas para fomentar el uso cotidiano de la bicicleta, la movilidad a pie por el entorno urbano y el uso del transporte público. En aquel entonces la moción de IU fue rechazada con los votos contrarios del Grupo Popular, con el argumento de que en breve se comenzaría la elaboración del Plan de Movilidad Sostenible de Málaga.

Sin embargo, hasta 2009 no se inició su redacción, y en febrero de 2011, se aprobó, por unanimidad de todos los grupos municipales y con un amplio apoyo social, el Avance del Plan de Movilidad.

Izquierda Unida lo apoyó porque coincidía ampliamente con nuestras propuestas, y con las reivindicaciones de los colectivos sociales implicados. Efectivamente, el Avance del Plan de Movilidad contempla actuaciones como la ejecución de aparcamientos rotatorios periféricos y junto a los principales nodos de transportes, pasar los aparcamientos en rotación del centro a residentes, peatonalización de vías principales, como La Alameda, nuevos trazados del autobús urbano complementarios con el metro, y una gran red de carriles bus y bici para desplazarse por toda la ciudad. Todo ello con el objetivo de conseguir una reducción del tráfico rodado privado entorno al 25%.

Sin embargo, dos años después de la aprobación del Avance, seguimos a la espera de que sea presentado por el equipo de gobierno para su aprobación definitiva por el Pleno. Y eso que las dos únicas alegaciones formuladas (una de SMASSA, la sociedad municipal mixta de aparcamientos, y la otra de la EMT) fueron estimadas hace año y medio.

El pasado mes de enero, casi dos años después de la aprobación del Avance, Izquierda Unida presentó una moción al Pleno pidiendo seguir adelante con la aprobación definitiva del Plan. El grupo del Partido Popular rechazó la propuesta.

Podría sorprender los dos años que lleva el Plan sin aprobación definitiva…, si no se conociera el modelo de movilidad urbana trasnochado, contaminante y clasista del Alcalde y del PP de Málaga:

- Mientras muchísimas ciudades en los últimos años se han dotado de redes de carriles bici, que posibilitan un modo alternativo para la movilidad cotidiana, en Málaga seguimos con pocos carriles bici, inseguros, mal ejecutados y desconectados, y en gran parte por las aceras.

- Mientras en las ciudades más modernas en los últimos años se han construido aparcamientos periféricos y junto a los nodos de transporte público, en Málaga los aparcamientos municipales han sido un negocio, y no un instrumento para la movilidad sostenible, y se han construido aparcamientos rotatorios que fomentan el uso del coche privado para ir al centro.

- Mientras en muchas ciudades europeas, y españolas, se ha conseguido reducir el tráfico en coche privado en beneficio del tránsito peatonal, en bici, y el transporte público, en Málaga se ha impulsado lo contrario (tercer carril del Paseo de Los Curas, oposición a la semipeatonalización de carretera de Cádiz, etc.). Y aún debemos agradecer que aquella absurda propuesta del macropuente sobre la bahía nunca pasara de la categoría de mentira electoral.

- Mientras en 350 ciudades europeas de menos de 1.500.000 habitantes, se ha optado por una red metro ligero en superficie, como medio de transporte eficaz, ecológico, sostenible económicamente y respetuoso con el tránsito peatonal, en Málaga nuestro Alcalde se ha lanzado a una campaña falaz de desprestigio y oposición cerril al tranvía.

Recientemente un tweet de nuestro Diputado en el Congreso Alberto Garzón (“trabajadores bajo tierra y audis por encima”) causó gran revuelo y escándalo en la derecha malagueña. Sin embargo, no hacía sino poner de manifiesto que el debate es quién ocupa el territorio, y el PP de Málaga lo tiene claro: no  cambiar nada en superficie y que el coche privado siga inundando nuestra ciudad.

La conclusión es evidente, ni el Alcalde de Málaga ni el PP se creen el Plan Municipal de Movilidad Sostenible. Les sirvió en su momento para vender una  imagen de modernidad y de movilidad sostenible que en realidad no se creen. Y ello a pesar de haberse gastado decenas de miles de euros en su redacción, de nuestros bolsillos, obviamente.

El "gatopardismo", alude fundamentalmente a la paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su novela original que dio título a la película de Visconti: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". Esta parece ser la filosofía de nuestro Alcalde con respecto a la movilidad sostenible en nuestra ciudad.

Artículo publicado el 15 de febrero en la Revista El Observador