lunes, 29 de julio de 2019

De la Torre, de tigre a tierno gatito


Imagen de Málaga Hoy

Durante 20 años, el alcalde De la Torre ha sido el azote del gobierno andaluz en una pretendida defensa de la ciudad de Málaga frente al “maltrato de la Junta”. Lo cierto es que ese discurso, demagógico y chovinista, le ha sido muy rentable electoralmente durante años.

Sin embargo, con la entrada del “trifachito” en el gobierno andaluz, fruto de un pacto de gobierno del PP y Cs investido con el apoyo de la ultraderecha, parece evidente que la actitud combativa contra la Junta de De la Torre se ha suavizado hasta el límite de la complacencia con los incumplimientos de promesas electorales y la amnesia de antiguas reclamaciones locales.

Los Presupuestos de la Junta, aprobados por el “trifachito” PP-Cs-Vox justo después de las elecciones municipales y europeas, incumplen casi todas las promesas electorales y reivindicaciones del propio Partido Popular con nuestra ciudad.

El mejor ejemplo es la reivindicación y promesa del tercer hospital, cuya partida se reduce a un estudio previo de la situación de los terrenos, mientras que desaparece la promesa del CHARE o la ampliación del centro de salud de El Palo. Y esta era una reclamación no sólo de los partidos, sindicatos y colectivos que integrábamos la Plataforma por el tercer hospital, sino del propio Consejo Social de la ciudad.

¿Y han visto la reacción de protesta de De la Torre contra el nuevo gobierno andaluz? ¿Han escuchado sus críticas altisonantes contra los Presupuestos de la Junta? ¿Han conocido de las mociones del PP al Pleno del Ayuntamiento de Málaga exigiendo al gobierno andaluz que cumpla sus promesas para con la ciudad?

Yo tampoco. Ni nadie. De la Torre, en muy poco tiempo, ha pasado de fiero tigre en la defensa de Málaga contra “el maltrato de la Junta”, a convertirse en un tierno y mimoso gatito con el “trifachito” andaluz.

(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la casona", del diario Viva Málaga, el 24 de julio de 2019)

viernes, 5 de julio de 2019

La ley debe ser igual para todas las personas


Un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF), encargado por el Juzgado de Instrucción que investiga al concejal ex delegado de Urbanismo y al gerente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, por el caso “Villas del Arenal”, ha revelado que la Gerencia Municipal de Urbanismo rebajó el valor de obras sancionables en dicha urbanización, con la consiguiente rebaja en las sanciones.

Esto ocurrió cuando el exconcejal de Urbanismo, con el conocimiento y visto bueno del alcalde “liquidó” a toda la estructura jerárquica del Servicio Jurídico Administrativo de Inspección y Conservación, cesando a todos los responsables del mismo, y sustituyéndolos por lo que se conoció como "equipo B", un equipo creado con la intención de ser más indulgentes en la sanción de las ilegalidades.

De esta forma, la UDEF viene a confirmar lo que denunciábamos en el anterior mandato corporativo, y lo que concluyó la Comisión de Investigación municipal propuesta por nuestro grupo: hubo injerencias del equipo de gobierno del PP en la labor de los empleados municipales responsables de la inspección y sanción para que fueran más indulgentes con algunos infractores.

Esto es especialmente grave, porque la potestad disciplinaria, es decir, la facultad que tiene la Administración para sancionar las ilegalidades, no es discrecional, no depende del criterio libre y prudencial de los responsables, sino que es obligatoria. Cuando alguien comete una ilegalidad, la Administración no puede elegir si se sanciona o no, sólo cabe sancionarla conforme a la ley.

Pero sobre todo es gravísimo porque no es admisible en derecho que las consecuencias de la infracción de la ley sean distintas según quién las comete, o según el criterio, ya sea electoralista, clientelar, o de cercanía de cualquier tipo, de quién debe sancionarlas.

Y es que uno se los principios básicos del Derecho es que la ley debe ser igual para todas las personas.