El “proyecto estrella” de De la Torre en
varias campañas electorales, el museo de las gemas “Art Natura”, ha sido su
mayor fiasco en todos sus años de alcaldía.
Un enorme derroche, por un museo que nunca
llegó a abrirse, de casi 9 millones de euros que ya hemos pagado y vamos a
pagar a Royal Collections. Sin contar los muchos millones de euros de costes y
sobrecostes en obras de rehabilitación de pabellones de Tabacalera, muchas de
las cuales no han servido para los usos posteriores.
La reciente sentencia un Juzgado de lo
Contencioso de la ciudad confirma nuestras críticas y las conclusiones de la
Comisión de Investigación: la inclusión de cláusulas de garantías en el
contrato para el caso de incumplimiento por la adjudicataria, y la resolución
del contrato en 2008, hubiesen evitado este derroche.
Art Natura es, además, uno de los más
claros ejemplos de la desconexión de nuestro alcalde de las necesidades reales
de la gente. Una inversión desproporcionada para exponer una colección privada
de joyas, en detrimento de otras prioridades sociales. Imaginemos esos 9 millones
invertidos en viviendas sociales y planes de empleo para miles de malagueños y
malagueñas, o en actuaciones de regeneración urbana y equipamientos en nuestros
barrios, los grandes olvidados del PP. Y todo por afán electoralista y por un
ansia desmedida por acumular museos a cualquier precio como reclamo de tour
operadores y fondos buitres.
De la Torre ha demostrado ser un
derrochador con el dinero público, generoso con los adinerados, y cicatero y
miserable con las necesidades de la gente corriente y trabajadora.
Y ni siquiera ha sido capaz de reconocer
su responsabilidad y pedir disculpas por este quebranto en las arcas
municipales. Errar es humano, pero reconocer los errores, y pedir disculpas por
ellos, es muestra de honestidad y lo mínimo exigible a un representante público.
(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la casona", del diario Viva Málaga, el 4 de marzo de 2020)