Nueve
meses después de cumplirse y prorrogarse el contrato de LIMASA III, el alcalde,
acompañado de sus socios de Ciudadanos, ha anunciado la partición de la empresa,
privatizando la limpieza viaria y dejando a la gestión municipal la recogida y
tratamiento de la basura.
La
indecisión del alcalde y el PP nos ha costado a la ciudadanía muchos millones
de euros extras, pues la parte privada de LIMASA aumentó exageradamente la
facturación al Ayuntamiento durante estos meses, probablemente, por lo que
pudiera pasar.
Málaga
es una de las ciudades de España más sucias y con un servicio de limpieza más
caro. Desde Málaga para la Gente defendemos la gestión pública de la limpieza.
Y ello porque, al margen de consideraciones ideológicas, los informes
demuestran que ahorraríamos muchos millones de euros, ahora vampirizados por la parte privada (FCC, Sando
y URBASER), para dedicarlos a más personal y más y mejores medios técnicos. En
definitiva, para una Málaga más limpia.
El
alcalde había llegado al mismo convencimiento. Sin embargo, tras las presiones
de su propio partido y concejales, ha claudicado optando por una “decisión
salomónica”: De la Torre, cual rey Salomón, ha decidido partir la empresa por
la mitad. La
decisión es la peor de las posibles.
Primero,
porque supone privatizar la limpieza viaria, la parte que menos inversiones y
gastos requiere y, por tanto, la más rentable, dejando a la gestión pública lo
más costoso. De nuevo, privatizar los beneficios y socializar las pérdidas”.
Segundo,
porque supondrá una gestión más cara e ineficiente al duplicar los costes
generales de la gestión (dos gerentes, dos equipos directivos, dos estructuras
administrativas, etc.).