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Durante 20 años, el alcalde De la Torre ha
sido el azote del gobierno andaluz en una pretendida defensa de la ciudad de
Málaga frente al “maltrato de la Junta”. Lo cierto es que ese discurso,
demagógico y chovinista, le ha sido muy rentable electoralmente durante años.
Sin embargo, con la entrada del
“trifachito” en el gobierno andaluz, fruto de un pacto de gobierno del PP y Cs
investido con el apoyo de la ultraderecha, parece evidente que la actitud
combativa contra la Junta de De la Torre se ha suavizado hasta el límite de la
complacencia con los incumplimientos de promesas electorales y la amnesia de
antiguas reclamaciones locales.
Los Presupuestos de la Junta, aprobados
por el “trifachito” PP-Cs-Vox justo después de las elecciones municipales y
europeas, incumplen casi todas las promesas electorales y reivindicaciones del
propio Partido Popular con nuestra ciudad.
El mejor ejemplo es la reivindicación y promesa del tercer hospital, cuya
partida se reduce a un estudio previo de la situación de los terrenos, mientras
que desaparece la promesa del CHARE o la ampliación del centro de salud de El
Palo. Y esta era una reclamación no sólo de los partidos, sindicatos y
colectivos que integrábamos la Plataforma por el tercer hospital, sino del
propio Consejo Social de la ciudad.
¿Y han visto la reacción de protesta de De la Torre contra el nuevo
gobierno andaluz? ¿Han escuchado sus críticas altisonantes contra los
Presupuestos de la Junta? ¿Han conocido de las mociones del PP al Pleno del
Ayuntamiento de Málaga exigiendo al gobierno andaluz que cumpla sus promesas
para con la ciudad?
Yo tampoco. Ni nadie. De la Torre, en muy poco tiempo, ha pasado de fiero
tigre en la defensa de Málaga contra “el maltrato de la Junta”, a convertirse
en un tierno y mimoso gatito con el “trifachito” andaluz.
(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la casona", del diario Viva Málaga, el 24 de julio de 2019)