“La gran apuesta de la ciudad de Málaga como metrópoli del siglo XXI en
el ámbito de la movilidad es el Plan Municipal de Movilidad Sostenible
(P.M.S.S.) …”, “…un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo la
implantación de formas de desplazamiento más sostenibles (caminar, bicicleta y
transporte público) dentro de una ciudad; es decir, de modos de transporte que
hagan compatible crecimiento económico, cohesión social y defensa del medio ambiente,
garantizando, de esta forma, una mejor calidad de vida para los ciudadanos)”.
Así comienza la presentación del Plan Municipal de Movilidad Sostenible .
Sin embargo, tras cuatro años del comienzo de su redacción, y dos años desde la
aprobación de su Avance y de su anuncio a bombo y platillo por el Alcalde,
sigue acumulando polvo en un cajón.
El Plan de Movilidad Sostenible fue durante años una reclamación de diversos colectivos sociales
y también de Izquierda Unida. Así, en septiembre de 2007, el grupo de IU
propuso que se iniciaran los trámites para la redacción y aprobación de un plan
de movilidad sostenible en la ciudad de Málaga, que permitiera mejorar la
movilidad de la ciudadanía de una forma más eficiente y más respetuosa con
nuestro medio ambiente urbano, y que sirviera como un punto de partida para
modificar conductas, con medidas para fomentar el uso cotidiano de la
bicicleta, la movilidad a pie por el entorno urbano y el uso del transporte
público. En aquel entonces la moción de IU fue rechazada con los votos
contrarios del Grupo Popular, con el argumento de que en breve se comenzaría la
elaboración del Plan de Movilidad Sostenible de Málaga.
Sin
embargo, hasta 2009 no se inició su redacción, y en febrero de 2011, se aprobó, por unanimidad de todos los
grupos municipales y con un amplio apoyo social, el Avance del Plan de
Movilidad.
Izquierda Unida lo apoyó porque coincidía ampliamente
con nuestras propuestas, y con las reivindicaciones de los colectivos sociales
implicados. Efectivamente, el Avance del Plan de Movilidad contempla actuaciones como la ejecución
de aparcamientos rotatorios periféricos y junto a los principales nodos de
transportes, pasar los
aparcamientos en rotación del centro a residentes, peatonalización de vías
principales, como La Alameda, nuevos trazados del autobús urbano
complementarios con el metro, y una gran red de carriles bus y bici para
desplazarse por toda la ciudad. Todo ello con el objetivo de conseguir una
reducción del tráfico rodado privado entorno al 25%.
Sin embargo, dos años después de la aprobación del Avance, seguimos a la espera de que sea presentado por
el equipo de gobierno para su aprobación definitiva por el Pleno.
Y eso que las dos únicas alegaciones formuladas (una de SMASSA, la sociedad
municipal mixta de aparcamientos, y la otra de la EMT) fueron estimadas hace
año y medio.
El pasado
mes de enero, casi dos años después de la aprobación del Avance, Izquierda
Unida presentó una moción al Pleno pidiendo seguir adelante con la aprobación
definitiva del Plan. El grupo del Partido Popular rechazó la propuesta.
Podría
sorprender los dos años que lleva el Plan sin aprobación definitiva…, si no se
conociera el modelo de movilidad urbana trasnochado, contaminante y clasista
del Alcalde y del PP de Málaga:
- Mientras
muchísimas ciudades en los últimos años se han dotado de redes de carriles
bici, que posibilitan un modo alternativo para la movilidad cotidiana, en
Málaga seguimos con pocos carriles bici, inseguros, mal ejecutados y
desconectados, y en gran parte por las aceras.
- Mientras
en las ciudades más modernas en los últimos años se han construido
aparcamientos periféricos y junto a los nodos de transporte público, en Málaga
los aparcamientos municipales han sido un negocio, y no un instrumento para la
movilidad sostenible, y se han construido aparcamientos rotatorios que fomentan
el uso del coche privado para ir al centro.
- Mientras
en muchas ciudades europeas, y españolas, se ha conseguido reducir el tráfico
en coche privado en beneficio del tránsito peatonal, en bici, y el transporte
público, en Málaga se ha impulsado lo contrario (tercer carril del Paseo de Los
Curas, oposición a la semipeatonalización de carretera de Cádiz, etc.). Y aún
debemos agradecer que aquella absurda propuesta del macropuente sobre la bahía
nunca pasara de la categoría de mentira electoral.
- Mientras
en 350 ciudades europeas de menos de 1.500.000 habitantes, se ha optado por una
red metro ligero en superficie, como medio de transporte eficaz, ecológico,
sostenible económicamente y respetuoso con el tránsito peatonal, en Málaga
nuestro Alcalde se ha lanzado a una campaña falaz de desprestigio y oposición
cerril al tranvía.
Recientemente
un tweet de nuestro Diputado en el Congreso Alberto Garzón (“trabajadores bajo tierra y audis por encima”)
causó gran revuelo y escándalo en la derecha malagueña. Sin embargo, no hacía
sino poner de manifiesto que el debate es quién ocupa el territorio, y el PP de
Málaga lo tiene claro: no cambiar nada
en superficie y que el coche privado siga inundando nuestra ciudad.
La conclusión es evidente, ni el Alcalde de Málaga ni
el PP se creen el Plan Municipal de Movilidad Sostenible. Les sirvió
en su momento para vender una imagen de
modernidad y de movilidad sostenible que en realidad no se creen. Y ello a
pesar de haberse gastado decenas de miles de euros en su redacción, de nuestros
bolsillos, obviamente.
El "gatopardismo", alude
fundamentalmente a la paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su
novela original que dio título a la película de Visconti: "Si
queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
Esta parece ser la filosofía de nuestro Alcalde con respecto a la movilidad
sostenible en nuestra ciudad.
Artículo publicado el 15 de febrero en la Revista El Observador
Artículo muy revelador
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