Imagen tomada de http://torrevigiamalaga.blogspot.com.es/2014/06/recuperacion-del-centro-historico-de.html
Existe gran consenso entre los expertos en que los centros históricos basados exclusivamente en la sobre oferta hostelera y de apartamentos turísticos, están abocados al fracaso.
Como denunció el propio Observatorio
Municipal de Medio Ambiente Urbano, la sobre ocupación por usos hosteleros,
bancarios, de servicios y el aumento del precio de alquileres de viviendas y
locales comerciales, son síntomas de una
especulación y especialización abusiva, que está expulsando a residentes
y comercios tradicionales, y convirtiendo al Centro en un parque temático de
la hostelería. En algo más veinte años, unos 20.000 residentes han sido expulsados.
Esta situación no es exclusiva de Málaga. En
Barcelona, la enorme proliferación de alojamientos turísticos y bares en el
centro y otros barrios, está provocando graves molestias y numerosas protestas
vecinales.
En
Málaga, la población residente ha empeorado drásticamente su calidad de vida
por la pérdida de condiciones mínimas de habitabilidad, como comercios tradicionales
de proximidad, accesos, aparcamientos, limpieza, y servicios y equipamientos,
junto al aumento del ruido y de la ocupación de la vía pública.
Por si esto fuera poco, el lobby hostelero ya
ha pedido que el centro histórico deje de considerarse zona residencial para
convertirse en zona comercial. Es decir, que los residentes se marchen y desaparezcan
las limitaciones de ruido y ocupación de vía pública, para campar, más aún, “a
sus anchas”.
Mientras tanto, el gobierno municipal, en vez
de actuar para corregir los actuales problemas, desarrolla una política
errática y servil con el lobby hostelero, facilitando la ocupación ilimitada de
usos turísticos y la “ley de la selva”.
Ante esta situación, es imprescindible y
urgente limitar las licencias de establecimientos hosteleros, usos terciarios y
alojamientos turísticos en las zonas más saturadas, para reequilibrar y prevenir
molestias a residentes. También impulsar proyectos de rehabilitación, y de
equipamientos públicos (guarderías, centros de mayores, parques infantiles,
etc), para hacer un centro más habitable
y vivo.
Imagen tomada de Diario Sur