Imagen de diario sur
El
gobierno municipal de Málaga ha entrado de lleno en una alocada competición con
otras ciudades, como Madrid y Vigo, a ver quién pone el alumbrado navideño más
caro y espectacular. Hace unas semanas vimos con estupor cómo la concejala de
Fiestas, Teresa Porras, retaba al alcalde de Vigo a ver quién ponía las luces
más caras.
Este año, la Junta de Gobierno Local ha aumentado el gasto en la
iluminación navideña a más de 800.000 euros anuales
sólo para el centro de la ciudad.
Al mismo tiempo, resulta escandaloso que, con la excusa de la proyección de un
video navideño, el alcalde haya
propiciado el uso publicitario de la Alcazaba, nuestro más
emblemático monumento, por parte de ciertas empresas privadas. Una ciudad que
se precia a sí misma, a su Historia y a su identidad no entrega sus espacios
emblemáticos y monumentos protegidos como valla publicitaria.
En
nuestra ciudad más de 20.000 familias buscan vivienda sin encontrarla mientras
siguen aumentando los desahucios. Ayer mismo, en Las Delicias, en pleno día de
lluvia y ya cerca de la Navidad, desahuciaban a una madre con tres hijos, dos
menores y uno con una discapacidad de más del 80%, sin que nuestro ayuntamiento
dispusiera de un alojamiento transitorio de emergencia que ofrecerles.
Es
cierto que con 1.600.000 euros (cuantía bianual del contrato de iluminación
navideña) no se soluciona el problema de la vivienda en Málaga, pero servirían
para tener 20 alojamientos de emergencias transitorios más para que familias desahuciadas
y sin recursos no se vean en plena calle o en el albergue municipal.
Pero
nuestro alcalde prefiere subirse a un escenario a bailar mientras despilfarra
grandes cantidades del dinero de todos en competir con otras ciudades a ver
quién tiene más luces.
No
sé las ciudades, pero sus gobernantes muestran muy “pocas luces”.
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