La crisis
sanitaria y social provocada por el COVID-19 está evidenciando que, lejos del
individualismo al que nos aboca el neoliberalismo, para enfrentar un problema
de seguridad nacional como éste es necesaria una sociedad civil fuerte,
asentada en los valores de la solidaridad, la cooperación y el apoyo mutuo.
Pero
además, la crisis está poniendo de manifiesto las enormes carencias de nuestro
“Estado del Bienestar”, sobre todo en cuanto a la capacidad y calidad de
nuestros servicios públicos y la cobertura social.
La sanidad
y la educación pública y los servicios sociales han sufrido desde 2010 una importante
merma como consecuencia de las políticas neoliberales de recortes. Y
precisamente ahora esos servicios públicos se muestran imprescindibles en estos
tiempos de crisis, no solo sanitaria sino también social y económica.
La primera
lección de esta crisis es que necesitamos una sanidad pública más fuerte, con
más profesionales y sin precariedad, y con unos estándares de calidad que
posibiliten afrontar con garantías emergencias como esta. Una sanidad pública
que, en contra de los postulados de la derecha, debe ser universal, pues es
necesaria la atención a todas las personas, tengan o no papeles, para la
seguridad de cada una.
Necesitamos,
además, una educación pública de calidad, con inversión suficiente en
personal y en medios, que potencie la innovación y la investigación como bases
para un nuevo modelo productivo no dependiente del turismo, un sector volátil
que se derrumba cual castillo de naipes a la menor crisis internacional.
Y precisamos
de unos servicios sociales, hasta ahora el patito feo de nuestro Estado
del Bienestar, más desarrollados y con inversión suficiente en el sistema de dependencia,
que tan necesario se muestra ahora cuando el coronavirus está golpeando
especialmente a personas mayores dependientes sin asistencia o con una insuficiente
atención.
Por todo
ello, es necesario un gran Pacto Social por lo Público, con la participación de
la ciudadanía, y con base en los principios sociales recogidos en la
Constitución.
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