Edificio Antena 3 en Madrid, construido por Sacyr |
I.
Sacyr y la autopista de Las Pedrizas.
Hace más de dos años se inauguró la autopista de Las Pedrizas. Desde que
se proyectó, IZQUIERDA UNIDA se opuso a la misma, por considerarla no necesaria
al existir otras alternativas, Apoyamos la campaña en su contra de la
Plataforma Ciudadana “Autopista No” que integraron colectivos vecinales y
ecologistas, y desde el grupo municipal de IU presentamos iniciativas
institucionales a todos los niveles, como las mociones en 2005 y 2008 que
fueron rechazadas por los grupos municipales del PP y del PSOE. ¿Recuerdan los
calificativos que entonces nos dedicaban desde los principales medios? “Esos trogloditas que se oponen al progreso
y al desarrollo”, eran de los más suaves.
Pues bien, tras más de 400 millones de coste, la autopista, construida y
explotada por Sacyr Vallehermoso, con apenas la mitad del tráfico e ingresos
previstos, no es rentable. Otra infraestructura ruinosa más construida al
interés de las grandes constructoras.
Recientemente, Sacyr Vallehermoso, a través de la Asociación de
Concesionarios de Autopistas ha pedido al gobierno del PP que se haga cargo del
déficit que sufre por no cubrir las expectativas de ingresos. Y el gobierno,
cómo no, ha manifestado públicamente que está estudiando “salvar” de la quiebra
a la autopista de peaje de Las Pedrizas. De nuevo recursos públicos para salvar
a quien más tiene, porque más se ha enriquecido en la burbuja/estafa, en lugar
de destinarlos a las crecientes necesidades de la mayoría de la población.
II.
Sacyr y el canal de Panamá.
Recientemente
también, hemos tenido noticia de que el gobierno va a autorizar a la compañía
de mayoría pública Cesce a avalar por cuenta del Estado los préstamos bancarios
que solicitará Sacyr para completar las obras del canal de Panamá, tras el
principio de acuerdo alcanzado con la autoridad del canal. El ministro de
Economía, Luís de Guindos declaró que “intentaría
minimizar el impacto para los contribuyentes”.
Recordemos
que un consorcio participado mayoritariamente por la constructora Sacyr obtuvo
la adjudicación del contrato de las obras de ampliación del canal con una
oferta llamativamente baja. Posteriormente, el consorcio participado
mayoritariamente por la constructora, quizás acostumbrado a una práctica usual
en la contratación en España, paralizó las obras y exigió a la Autoridad del
Canal de Panamá (ACP) un sobreprecio para sufragar los sobrecostes “surgidos”
en las obras.
En
el principio de acuerdo alcanzado en Panamá ambas partes, la ACP y el consorcio, aportarán cada uno 73
millones de euros para sufragar de momento los sobrecostes, y la autoridad
panameña alargará el plazo para la devolución de los 572 millones de euros que
ha anticipado. Pero es necesaria la financiación a Sacyr por parte de la banca,
que es la que el gobierno está va a avalar. ¿Con qué garantía de pago por Sacyr
al estado? Con lo que obtenga Sacyr de Panamá, hipotéticamente, en las
resoluciones de las instancias de arbitraje.
De
nuevo, el dinero de todos para “salvar” a una gran empresa, de las que más
beneficios ha obtenido en las dos últimas décadas, y siempre gracias a grandes
contratos públicos adjudicados por los distintos gobiernos del PSOE y del PP.
III.
Sacyr y el caso Bárcenas.
El crecimiento de Sacyr en las dos últimas décadas se remonta a la primera
concesión recibida en 1996 en Chile, la autopista de Elqui. A partir de este
momento inicia su expansión sumando concesiones en Chile y España y haciendo
compras como la dela Autopista entre Zaragoza y Bilbao.
Pero el verdadero despegue de la empresa vino a partir de la privatización
de la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) iniciada en 2002, en la que un consorcio
liderado por Sacyr (con la participación de Banco de Santander, Caixa Galicia y
Caixanova y otras) se hizo con la compañía estatal por 1.621,6 millones de
euros.
Tras
participar durante esos años en la construcción de muchas de las
infraestructuras en todo el país, directamente y a través de su participación
en el grupo francés Eiffage, el grupo Sacyr adquirió a Citi un grupo de
autopistas en España y actividades concesionales.
Con ocasión
del caso Bárcenas, iniciado gracias a la querella de IZQUIERDA UNIDA, que
dirige el letrado y dirigente federal de IU Enrique Santiago, supimos que Sacyr
Vallehermoso aparece en los papeles Bárcenas como uno de los principales
donantes del PP. No en vano, el juez instructor citó como imputados al
expresidente de Sacyr, Luís del Rivero, y al directivo de la compañía José
Manuel Loureda Mantiñán. A raíz de una petición de información de la La Agencia
Tributaria se ha podido conocer la existencia de cuentas de ambos en Suiza a
nombre de sociedades radicadas en Belice.
A decir del propio Enrique Santiago en su reciente
conferencia en Málaga, nos encontramos ante un sistema político corrupto hasta
sus raíces, en el que las grandes compañías de este país han realizado
donaciones a los partidos en el gobierno ya no solo para resultar
adjudicatarios de los grandes contratos públicos, “sino para diseñar la política de infraestructuras que se ha ejecutado
en España en las últimas décadas en función de sus intereses”.
Una política de infraestructuras que ha llenado
el país de obras faraónicas ruinosas, que han enriquecido a unos pocos que
además han evadido capitales e impuestos con sus cuentas en Suiza y paraísos
fiscales, y que ha empobrecido a la inmensa mayoría con la deuda pública generada
por su construcción y las ayudas con dinero público cuando las concesiones han
sido ruinosas.
Podemos verlo en los recientes acontecimientos
del canal de Panamá, pero aquí en Málaga también tenemos un ejemplo muy claro y
muy cercano: la autopista de Las Pedrizas.
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