El río Guadalhorce es el principal río de la
ciudad y, junto al Guadiaro, el más largo y caudaloso de la provincia. Al final
de su recorrido forma, junto al Guadalmedina, la llanura aluvial de la Hoya de
Málaga.
Actualmente, la desembocadura del Guadalhorce alberga
un humedal que sobrevive como último refugio para aves migratorias y que integra
el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce.
Sin embargo, geógrafos, ingenieros, biólogos,
expertos en ciencias ambientales y ecologistas alertan de la gran degradación paisajística
del río y la llanura adyacente, y la ausencia de reforestación.
En 1990, hace ya casi 30 años, se aprobó un
plan de defensa hidro forestal de la ciudad para crear un cinturón verde y hacer
frente a las inundaciones, pero nunca llegó a ejecutarse siquiera parcialmente.
Desde IU-Málaga para la Gente proponemos que las
administraciones competentes impulsen un plan de restauración paisajística de
las riberas de los ríos Guadalhorce y Campanillas, incluyendo también la zona
de Arraijanal, que contemple la limpieza del cauce, la reforestación del bosque
de galería con especies autóctonas, la preservación de los acuíferos y la exclusión de urbanización de estas
zonas inundables.
En la llanura del Guadalhorce, el plan incluiría,
además de la repoblación forestal y restauración
paisajística, la conservación
e impulso de la agricultura tradicional y proyectos de agricultura biológica y
huertos urbanos en las que son las mejores tierras de cultivo de Málaga.
En Campanillas, el plan debe incluir el
tratamiento de los arroyos de Maqueda y Santa Rosalía, la repoblación
urgente de los montes de la zona, un parque forestal en la sierra de Los Asperones
y la reserva de 100 hectáreas en la zona del río Campanillas para parque
metropolitano.
Las zonas recuperadas, y excluidas del
proceso urbanizador, formarían parte del futuro cinturón verde forestal que
Málaga tanto necesita para mejorar la calidad ambiental y prevenir los riesgos
de inundaciones.
(*) Publicado en Viva Málaga, en mi columna "El ala izquierda de la casona", el lunes 10 de diciembre de 2018.
Buenos días, Eduardo. Me parece muy acertada vuestra propuesta. Es más, sin ser especialista en el tema, creo que se podría hacer lo mismo que proponéis en el Guadalmedina. Solo hay que ver cómo se ha conseguido que los ríos sean de nuevo entornos naturales generadores de una flora y una fauna palustre, en otros lugares. Por ejemplo, digamos que hablo de Madrid: https://diario.madrid.es/aire/2018/06/21/la-naturaleza-vuelve-al-manzanares/
ResponderEliminarBuenas tardes, Manolo. Estoy de acuerdo con lo que planteas. Respecto al Guadalmedina tenemos una propuesta de parque fluvial en el cauce urbano y reforestación del cauce medio y alto. Es muy interesante el ejemplo del Manzanares en Madrid. Un saludo
ResponderEliminar