Los
terrenos de los antiguos depósitos de Repsol se sitúan entre los distritos de
Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero, una zona de las más densamente
habitadas de Europa.
El
PGOU de 1997 destinaba la mayor parte de estos terrenos a un gran parque, y una
pequeñísima parte a viviendas, que contribuirían a financiarlo. Tras las revisiones del PGOU y los cambios de propietarios de los
terrenos, los
suelos se entregaron a la especulación y al pelotazo urbanístico, y del proyecto de Gran Parque se pasó al de grandes Rascacielos. Un
convenio urbanístico permitiría a los nuevos propietarios construir
grandes torres, dilapidando la oportunidad de un Gran Parque y multiplicando el
volumen edificado y los problemas de movilidad en dos distritos ya
muy saturados. Todo ello a cambio de 86 millones de euros.
Pero el Ayuntamiento nunca cobrará esa cantidad,
pues se modificó el convenio urbanístico para “perdonar” el pago de más de 70
millones de euros a cambio de unos suelos, que originalmente eran públicos, con
una edificabilidad sobrevalorada. Actualmente el Ayuntamiento de Málaga es
socio del llamado “Banco Malo” (SAREB) en este plan urbanístico, que ni va a
pagar nada ni piensa ejecutar el proyecto.
En la
plataforma Change.org se ha
iniciado una petición ciudadana por un bosque urbano en los terrenos de la
antigua Repsol, con casi 16.000 firmas en pocos días.
Málaga para la Gente apoya esta
reclamación ciudadana y propone una modificación del PGOU que permita un gran Parque
Central en los antiguos terrenos de Repsol, iniciando los trámites necesarios
para la obtención de los terrenos aún no municipales.
Los terrenos de la antigua Repsol
representan una oportunidad histórica para el gran Parque Central que
necesita Málaga, y para solventar la escasez de espacios libres: un gran pulmón
en pleno corazón de Málaga, con mucha vegetación y arbolado, y espacios
deportivos.
Publicado en "EL ala izquierda de la Casona" en Viva Málaga del lunes 18 de enero de 2016.
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