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A poco más de un año de las próximas elecciones
municipales, el alcalde, aprovechando la renuncia y sustitución de un concejal
de su grupo, ha desencadenado un auténtico cataclismo en el gobierno municipal.
Vaya por delante nuestra felicitación a las personas
nombradas y el deseo de que hagan su tarea lo mejor posible pues, a pesar de
nuestras evidentes diferencias políticas, siempre hemos mantenido una postura
de respeto a las decisiones de diseño del equipo de gobierno, pues es la
responsabilidad del alcalde, pero la nuestra es fiscalizar y hacer una oposición
rigurosa y constructiva a las políticas que, a nuestro juicio, perjudiquen los
intereses de nuestra ciudad.
Pero más que una mera “remodelación” en su equipo, el alcance de los cambios realizados
por el alcalde en cinco áreas del gobierno municipal y dos distritos pone
de manifiesto una auténtica crisis de gobierno en el ayuntamiento de Málaga.
El cambio más llamativo se refiere al Área de Medio
Ambiente y la empresa Limasa: el alcalde ha desligado la empresa de limpieza,
la que más presupuesto gestiona de la corporación, del Área de Medio Ambiente y
ha relegado de las mismas al concejal Raúl Jiménez. Todo apunta a una auténtica
censura de su gestión en Limasa, una empresa con una situación ya insostenible,
con los socios privados llevándose el dinero a manos llenas, con cada vez menor
inversión y, como resultado, Málaga cada vez más sucia.
A veces es muy difícil comprender a De la Torre, pues da la impresión que le sobran sus propios concejales y su partido, y le gustaría gobernar con androides programados y sin criterio o con clones de su propia persona.
Con ésta su enésima crisis de gobierno, el alcalde ha vuelto a poner de manifiesto su incapacidad en este mandato corporativo para liderar un equipo de gobierno estable y cohesionado.
A veces es muy difícil comprender a De la Torre, pues da la impresión que le sobran sus propios concejales y su partido, y le gustaría gobernar con androides programados y sin criterio o con clones de su propia persona.
Con ésta su enésima crisis de gobierno, el alcalde ha vuelto a poner de manifiesto su incapacidad en este mandato corporativo para liderar un equipo de gobierno estable y cohesionado.
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