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El modelo de turismo de borrachera y el desmadre de las despedidas de
soltero, unido a la masificación de bares de copas y los pisos patera para turistas, están
provocando la expulsión de residentes que se ven desplazados por población
estacional.
Determinadas
zonas y en particular el centro histórico se están convirtiendo en un parque
temático, tal como denunció el OMAU, y el
turismo de calidad, al que aspiramos, se ve progresivamente sustituido por un
turismo “low cost”, que en nada beneficia a nuestra ciudad. Véase el ejemplo de
Magaluf y preguntémonos si es lo que deseamos para Málaga.
Hace poco
expulsaron del AVE a Málaga a una despedida de soltero y en el mismo tren
venían con destino a Málaga otras cuatro despedidas. Estos últimos fines de
semana contaron con unas 18 despedidas, para un espacio bastante reducido.
A esta
ciudad tiene que venir gente de todo tipo y de todas las posibilidades
económicas, pero no podemos convertirnos en un destino preferente low
cost. Las despedidas de soltero las puede celebrar quien quiera y donde quiera,
pero no puede ser la referencia de Málaga y que nuestra ciudad se convierta en
destino preferente para ellas
Ante esta
situación, el gobierno municipal está desarrollando una política errática y
servil con los intereses privados del sector. Mientras otros ayuntamientos se
están adoptando medidas, trazando estrategias, estableciendo planes de
prevención, en Málaga no existe ningún plan al respecto.
El objetivo
debe ser conseguir un desarrollo turístico ordenado y sostenible, que mantengan
unos estándares de calidad sin cambiar la dinámica de los barrios. De igual
forma se debe actuar contra los paquetes turísticos que incluyan ofertas de turismo de borrachera y poner freno a las
despedidas de soltero, que se están implantando, incluso a través de
plataformas digitales y páginas webs, en nuestra ciudad.
En esta línea, la comisión municipal de Economía, Empleo y Turismo, aprobó esta semana una moción de IU-Málaga para la Gente para que desde el Ayuntamiento se convocara una reunión con todos los agentes implicados (asociaciones de vecinos, hosteleros, hoteleros, grupos municipales...) con objeto de consensuar medidas inmediatas para poner coto a esta situación. A resultas de nuestra moción, esta reunión tuvo lugar el jueves 26 de julio y, aunque queda mucho por hacer, se ha conseguido el compromiso del equipo de gobierno para destinar más efectivos de la Policía Local a vigilar y controlar estas celebraciones y garantizar el derecho al descanso de los vecinos así como el apoyo a los hosteleros que, de acuerdo con la legalidad vigente, ejerzan el derecho de admisión en sus establecimientos contra aquellas personas que cometan conductas incívicas.
(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona" del diario Viva Málaga)
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