jueves, 3 de enero de 2019

La Térmica: el mayor saqueo de la Historia de Málaga (2ª parte)


Imagen sacada de lamejorplaya.es

Con fecha 16 de julio de 2010 el Pleno aprobó provisionalmente la “Revisión Adaptación del PGOU de Málaga”, publicándose en el BOJA el 30 de agosto de 2011.

El Ayuntamiento había cumplido el compromiso, pactado en el convenio urbanístico de 5 de agosto de 2008, citado en la primera parte de este artículo, de planificar en el nuevo PGOU el sector de la Térmica en los términos acordados, y desde la publicación del PGOU en el BOJA comenzaron a correr los plazos para que la inmobiliaria de Endesa cumpliera con sus compromisos adquiridos en el convenio.

Pero lejos de cumplir lo pactado, la testaferro de Endesa incumplió groseramente desde el principio. Ni depositó los avales acordados, de 5.800.000 € y 17.000.000 € respectivamente, ni formuló el PERI para desarrollar el sector en los plazos acordados. Por contra, solicitó la resolución del convenio, lo que el Pleno del Ayuntamiento desestimó. Y ello a pesar a que gracias al citado convenio urbanístico, y con la colaboración del Ayuntamiento, había revalorizado enormemente el valor de sus terrenos y aprovechamientos urbanísticos.

Ante los reiterados incumplimientos de la propiedad, el Ayuntamiento le requirió formalmente el pago de los 40.600.000 € asumidos en las estipulaciones 5ª y 6ª del convenio, y ante la falta de pago, inició el procedimiento de apremio por un importe total de 48.720.000 € (40.600.000 € al principal y 8.120.000 € de recargo), y embargó seis fincas propiedad de la deudora.

Hasta entonces, el equipo de gobierno había exigido el cumplimiento del convenio, algo obligatorio pues, como ponía de manifiesto un Informe de la Asesoría Jurídica municipal, las determinaciones del convenio se habían incluido en el PGOU y cualquier modificación de sus estipulaciones exigía su modificación, por lo que no cabía más que el cumplimiento de todas sus estipulaciones.

Por su lado, la intención de la filial de Endesa quedaba clara: una vez conseguida una extraordinaria revalorización de sus terrenos, no iban a pagar al municipio ninguna de las cantidades previstas en el convenio.

Sin embargo, en verano de 2013, coincidiendo con el cambio en el área de Urbanismo desde el concejal delegado al propio gerente y redactor del PGOU, el alcalde cambió de criterio aviniéndose a negociar un cambio sustancial del convenio, beneficiando aún más a la propiedad.

Así, el 20 de diciembre de 2013, la Junta de Gobierno Local aprobó una “Adenda” al convenio que rebajaba sustancialmente las obligaciones económicas de la sociedad testaferro de Endesa, sin modificar el PGOU, como exigía el Informe de la Asesoría Jurídica municipal.

Como justificación, el equipo de gobierno argumentó desequilibrio económico, despreciando que el convenio se firmó “a riesgo y ventura de las partes”, y que el precio de mercado es fluctuante, sin que ello pueda suponer el cambio permanente en los acuerdos libremente adoptados.

De acuerdo con la mencionada Adenda, básicamente, el Ayuntamiento renunciaba a exigir a la filial de Endesa los intereses y recargos por el impago de sus obligaciones (casi 20 millones de euros); rebajaba los 58 millones de euros que debía pagar conforme al convenio a 40,6 millones, conmutando el resto por aprovechamientos urbanísticos con una valoración irreal; renunciaba a su parte de los aprovechamientos urbanísticos, pasando a formar parte de los aprovechamientos de la testaferro de Endesa; y suprimía las obras que se iban a realizar con esos casi 18 millones de euros de diferencia, con el consiguiente perjuicio para el Patrimonio Municipal del Suelo y los intereses de la ciudad. 

En definitiva, el equipo de gobierno municipal vulneró la legalidad con el único fin de beneficiar los intereses de la filial de Endesa, en claro perjuicio de los intereses generales de la ciudad…(Continuará)

(*) Publicado en Revista El Observador, el jueves 3 de enero de 2019.          

Imagen del Diario Sur
       


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