El
análisis del Plan Especial del Puerto desvela que el vigente plan no permite la
construcción de un hotel en el morro de Levante y menos con las dimensiones
anunciadas. Sólo permite una altura máxima de 13,5 metros, y no los 150 metros previstos
para el rascacielos.
Es
absolutamente falsa la afirmación del presidente de la Autoridad Portuaria de
que en ese suelo se contempla el uso hotelero, pues el destino previsto en el
Plan vigente es el de área libre de esparcimiento. ¿Por qué si no hay que
modificar el Plan Especial del Puerto?
Recientemente,
la Audiencia Nacional ha admitido a trámite la impugnación de Equo y la
plataforma “Defendamos nuestro horizonte” contra la Delimitación de Espacios y
Uso Portuarios (DEUP). En dicha impugnación se pone de manifiesto que la
valoración otorgada a los terrenos para el cálculo de la Tasa de Ocupación
incumple la Ley de Puertos, que obliga a la revisión del valor de los terrenos
cuando se apruebe o modifique la DEUP.
Una
estimación por lo bajo, conforme al precio de mercado del suelo en la zona, daría
como resultado una tasa de ocupación de más de tres millones de euros anuales.
Recordemos que la empresa promotora del rascacielos tiene un capital social de
150.000 euros para una inversión prevista de 150 millones, lo que arroja aún
más dudas sobre la solvencia de la firma catarí y la viabilidad del proyecto.
Desde
Málaga para la Gente hemos pedido que la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) que
suspenda la modificación del Plan Especial Puerto, ya que es el Consejo
Ministros quien tiene que levantar la prohibición de que un suelo con uso
portuario pueda destinarse a un uso hotelero.
Sería
conveniente que la ciudadanía pudiera pronunciarse sobre la pertinencia o no de
un rascacielos que hipotecaría el paisaje de varias generaciones malagueñas.
(*) Publicado en mi columna "El ala izquierda de la casona" del diario Viva Málaga, el lunes 7 de mayo de 2018.
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