En febrero de 2008, el Ayuntamiento de
Málaga y la promotora Braserfirmaron un convenio urbanístico cuya finalidad, se
decía, era “encontrar una vía de regeneración de la zona” de Hoyo Esparteros,
una zona muy degradada del centro de Málaga que acumulaba más de veinte años de
abandono.
La gran apuesta del gobierno municipal
de Málaga del Partido Popular para la regeneración de esta zona, se basaba en este
convenio que preveía ejecutar un hotel de una categoría mínima de cuatro
estrellas, proyectado por Rafael Moneo, un arquitecto de reconocido prestigio. Para
ello, el Ayuntamiento se comprometía a aumentar la edificabilidad en la zona,haciendo
posible construir un edificio de diez plantas donde antes sólo se permitían
cinco.
La ejecución de este proyecto suponía la
desaparicióndel palacete de los
condes de Benahavis, edificio conocido como “La Mundial”,encargado por Isabel Loring Heredia, perteneciente
a una de las familias más ilustres de la burguesía malagueña del XIX, y
realizado por el más prestigioso arquitecto malagueño de ese siglo, Eduardo
Strachan Viana-Cárdenas, autor de los proyectos de los edificios de la
calle Larios. Inexplicablemente, la Junta de Andalucía derogó la protección
arquitectónica de este edificio histórico en 2008. El
proyecto también suponía la desaparición de una parte significativa del trazado
del conjunto protegido del centro histórico, como la calle Pasillo de Atocha o
la singular plaza triangular de Hoyo de Esparteros, construida en 1728. Los
colectivos defensores del patrimonio e Izquierda Unida siempre nos opusimos a
este proyecto especulativo y depredador de nuestro patrimonio histórico,
cultural y arquitectónico.
A cambio del aumento de edificabilidad,
la promotora debería pagaral Ayuntamiento de Málaga los aprovechamientos
urbanísticos que le correspondían como propietaria del suelo, así como el 10%
de cesión obligatoria, y aportar aval bancario por el 7% de los costes de
urbanización.
El Ayuntamiento cumplió su parte de
este convenio especulativo y, en abril de 2012, se aprobó definitivamente la
Modificación de Elementos del PEPRI-Centro, con las nuevas determinaciones
urbanísticas que autorizaban la demolición del palacete de los condes de
Benahavís, la apropiación de la calle Pasillo de Atocha por el promotor y la
transformación de la plaza diociochesca de Hoyo de esparteros. Sin embargo, la
promotora, tras ocho años desde la firma del convenio de Hoyo Esparteros, no ha
cumplido ni uno solo de los pagos a los que resultó obligada, y tras varios
aplazamientos y requerimientos, su deuda
con el Ayuntamiento asciende ya a 7,3 millones de euros con los intereses y
recargos. Adeuda también unos ocho millones de euros al BBVA por un préstamo
suscrito en 2008 y que garantizó con sus propiedades en el sector. E incluso
adeuda al Ayuntamiento varias anualidades del IBI que le corresponde como
propietaria.
Pero lo que es aún peor, no se ha
cumplido el interés general que supuestamente justificó la firma del convenio. Esta
zona del conjunto del centro histórico de la ciudad sigue en el limbo y en el
mismo estado de abandono que sufría desde años antes de su firma, aumentando
día a día su degradación urbanística. Es más, visto el incumplimiento reiterado
y flagrante del promotor, y su incapacidad para desarrollar el proyecto, no hay
perspectivas de regeneración de la zona en los próximos años.
Nos
encontramos, pues, ante una operación especulativa “de libro”. Una promotora
compra unos suelos de una zona degradada del centro con el objetivo declarado
de regenerarla. Con la “coartada” de la firma de un arquitecto de renombre,
plantea la construcción de un edificio de diez plantas, logrando del
ayuntamiento el aumento de edificabilidad, y de la Junta la autorización para la desprotección de un
edificio monumental hasta entonces protegido. Adeuda al banco que le facilitó el
crédito para adquirir las fincas en la zona, no paga al Ayuntamiento
las contraprestaciones pactadas en el convenio, y hasta deja de pagar anualidades del IBI. Y
busca, con poco éxito, un “inversor” que sea capaz de desarrollar el proyecto
que ella no puede, consiguiendo en ocho años varios aplazamientos “indulgentes”
de sus obligaciones por parte del Ayuntamiento.
Pero
además, toda esta operación especulativa se llevaría a cabo gracias a la
aportación de fondos europeos, en concreto, los fondos Jessica-FIDAE. Se trata de un Fondo cofinanciado por el FEDER y el
Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y operado por
el Banco Europeo de Inversiones (BEI).Esta
iniciativa del IDAE cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional es
un fondo para la financiación de proyectos de eficiencia energética y energías
renovables, "Una manera de hacer Europa", según proclaman.
El
BEI ha seleccionado a tres gestores para canalizar la financiación hacia los
beneficiarios finales. Estos gestores son: Ahorro Corporación Financiera, Banco
Bilbao Vizcaya Argentaria y Banco de Santander. En el caso de Málaga la
operación se realiza actuando como entidad mediadora Ahorro Corporación
Financiera, una entidad de intermediación financiera, cuyos accionistas son
catorce entidades financieras entre las que se encuentra el BBVA.
La promotora Braser ha llegado a un acuerdo con la sociedad
de capital riesgo Ahorro Corporación Financiera por el que ésta le inyectaría
una gran parte del dinero que necesita para poder financiar las obras del
proyecto de Hoyo de Esparteros y cumplir con los pagos que aún tiene pendientes
con el Ayuntamiento. Esta inyección se haría mediante la adquisición de parte
de los derechos urbanísticos de la operación -no más del 25%- y con la
aportación de un préstamo, a devolver en un plazo de no más de 15 años,
soportado con el denominado Fondo Jessica FIDAE, un canal de financiación de
proyectos tanto públicos como privados tras el que está el Banco Europeo de
Inversiones y que Ahorro Corporación gestiona en la región andaluza mediante AC
Jessica Andalucía.Es decir, actúa como mediadora
en la obtención de los Fondos Jessica la sociedad Ahorro Corporación
Financiera, una sociedad participada por el BBVA que es la más interesada en
tapar con estos fondos europeos un agujero de ocho millones de euros que le
provocó el impago del promotor.
En conjunto, la operación de Hoyo de Esparteros obtendría
por esta vía una aportación de unos 15 millones de euros de financiación
sustentada por Europa que se completaría hasta un total de 26 millones de euros
con un crédito facilitado por una entidad bancaria española y que, según
Braser, ya está igualmente acordado.Dinero
público, procedente de fondos europeos supuestamente destinados a proyectos de
desarrollo urbano sostenible, se pretende destinar a que un promotor pague con él sus
obligaciones incumplidas con una administración pública y, de paso, una entidad
bancaria consiga tapar el agujero creado por el impago de ese promotor.Y todo
ello para llevar a cabo una operación especulativa y depredadora del patrimonio
histórico de la ciudad que se ha mostrado incapaz de regenerar, urbanística y
económicamente, la zona.
Ocho años después de la firma del
convenio urbanístico, la gran apuesta del Alcalde para el desarrollo
urbanístico de la zona de Hoyo Esparteros ha fracasado estrepitosamente. Se
abre ahora una clara oportunidad de repensar una nueva ordenación para el
desarrollo de una zona muy degradada de la ciudad. De plantear un proyecto
viable y consensuado capaz de regenerar urbanística esta zona del centro
histórico, que incluya la rehabilitación del edificio de “La Mundial” y la
conservación del trazado y los valores arquitectónicos e históricos de la zona,
y que sea motor de la reactivación social, económica y turística de una parte
muy importante de nuestro centro histórico. Esta es la reclamación de los
numerosos colectivos y personas defensoras del patrimonio cultural que integran
la Plataforma ciudadana en Defensa del Hoyo de Esparteros (#SalvemosLaMundial),
que en los últimos meses ha incrementado la movilización con una mayor respuesta
ciudadana que la que nadie esperaba.
Por todo ello, el Pleno del
Ayuntamiento, a propuesta del grupo municipal de Izquierda Unida-Málaga para la
Gente (integrado por dos ediles militantes del PCE),acordó resolver el convenio
urbanístico de Hoyo de Espartero, con petición de daños y perjuicios a la
promotora por sus reiterados incumplimientos, así como el impulso de una nueva
ordenación urbanística del ámbito de Hoyo de Esparteros. También conseguimos que
el resto de grupos municipales secundaran nuestra oposición a la aprobación del
Proyecto Urbanístico presentado por el promotor, bloqueando la posibilidad de
obtención de los fondos Jessica-FIDAE. Con ello no hemos hecho sino dar voz en
la institución a la movilización ciudadana de los colectivos y personas
defensoras del patrimonio.
Es por ello que el promotor, en su
ánimo de amedrentar a toda la oposición, nos ha interpuesto demanda de
conciliación, previa y necesaria a la interposición de la querella por injurias
y calumnias que anuncia. Parece desconocer que a los concejales comunistas no
se les puede amedrentar ni con amenazas de querellas ni con cosas peores.
Nuestro
compromiso, como concejales comunistas, es la defensa del patrimonio
arquitectónico y artístico como bien público, y de un urbanismo responsable y
sostenible al servicio del interés general. Y desde luego, nuestra oposición
indoblegable al urbanismo especulativo y a la utilización de los fondos
públicos para hacerlo posible.
(*) Artículo de opinión publicado en la edición digital de Mundo Obrero, el 19 de julio de 2016.